La pieza musical es : Crazy de Patsy Cline
Todos
sabemos que, en asuntos de corazón, de la estupidez a la locura solo hay un
paso. Ése es el paso que dio Willie Nelson cuando le cambió el título de su canción:
"Stupid" por "Crazy". Muchos artistas habían rechazado grabar
la canción hasta que Patsy Cline a regañadientes aceptó cantarla. Así,
"Crazy" se convirtió a través de una elegancia ingenuamente
sofisticada en su tema más conocido, a pesar de que a ella nunca le gustó. Su
productor, Owen Bradley, fue uno de los artífices de la urbanización del country,
lo que se llamó sonido countrypolitan presentaba a un lacónico
grupo instrumental azucarado por arreglos de cuerda y las voces de los
coros. Al frente, solía estar el piano de Floyd Cramer; a su alrededor, tres
guitarras y, a veces, dos bajos (acústico y eléctrico).
El mito de Patsy Cline -de verdadero nombre
Virginia Patterson Hensley, 1932- conserva fresca su potencia. Como ocurrió con
muchas luminarias del rock, su
vida pública fue intensa y breve, con demasiados accidentes.
La desdichada cantante dio al tema el tono
sentido que necesitaba ya que en ese momento se encontraba convaleciente de un
accidente. La cantante no estaba de humor debido al estado físico y anímico en
el que se encontraba. Dos meses antes, Cline había sufrido un accidente de
tráfico al chocar con otro vehículo en Nashville. Como no llevaba puesto el
cinturón de seguridad, la cantante salió disparada contra el parabrisas del
vehículo. Con una muñeca rota, la cadera dislocada y un corte en la frente que
necesitó puntos de sutura, Patsy Cline pasó un mes ingresada en el hospital. Una vez que los médicos le
dieron el alta, a Cline no le quedó más remedio que utilizar maquillaje y
pelucas para ocultar sus cicatrices. Patsy regresó al estudio ayudada
por muletas para grabar ‘Crazy’, sin embargo, le resultó imposible terminar su
trabajo. El dolor de costillas que sentía era tan grande que le impedía llegar
a las notas altas. Unos días después, la cantante volvió al estudio para
completar el tema cantando sobre la música. Después de una agotadora sesión de
cuatro horas, Cline consiguió grabar la canción en una única toma. El dolor
físico que sentía encajó con el mensaje que Willie Nelson quería transmitir. En
1963, tras un concierto benéfico en Kansas City, volvía a Nashville y su avión
se estrelló. También murieron dos compañeros de bolo: Cowboy Copas y Hawkshaw
Hawkins.
No
es casualidad que esta canción se convierta en el tema central de la película C.R.AZ.Y.
(Jean-Marc Vallée, Canadá, 2005). Una historia contada cientos de veces: los
problemas de un muchacho para aceptar su identidad en un ambiente familiar harto
convencional. Pero en muy pocas ocasiones se ha contado de manera tan acertada.
Nos sentimos atraídos por un mundo zarandeado por los cambios, que aunque ha
sido retratado hasta la saciedad nos sentimos fácilmente identificados. Una
familia en crisis, en la que las credencias tradicionales pesan sobre todas las
decisiones. Pero, todopuede cambiar con la fuerza de la juventud de forma
mágica y musical. La banda sonora es tan protagonista como los propios actores,
desde David Bowie hasta los Rollings Stones creando una atmósfera singular, un
aire diferente pero fácil de respirar. Envolvente. Una historia peculiar
contada con maestría e interpretada con sobriedad. Maravillosa.
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