Oír y ver a Muse es dejarte sorprender por un despliegue de rock y tecnología al alcance de muy pocas bandas actuales. El trío británico de Devon son unos de los grandes reyes del rock mundial. Estamos ante un grupo muy caracterizado a dejarse llevar por los excesos, de hacer las cosas a lo grande, con todo el peligro que ello conlleva. La propia megalomanía de su líder Matthew Bellamy es tan grandilocuente como inconmensurable. Sus seguidores musicales se han convertido casi en fanáticos. Una religión que conquista almas con su directo, porque ese es su hábitat natural más allá de su arenga de resistencia y supervivencia en un mundo deshumanizado y sometido por una tecnología rendida al servicio de gobernantes, guerras y lavados mentales espurios.
En
este disco Muse ampliaron su registro, abarcando temas que van del guitarreo
puro y duro que les caracterizó en su primera etapa a otros donde el toque electrónico
que les fagocitaría más adelante, toma un mayor protagonismo conjugado con
cierta épica deudora de Queen. Sin embargo, Muse no renuncian a la creatividad
y compensan con aportaciones como el uso de algunos instrumentos que no habían utilizado hasta
ahora, como las trompetas. Black Holes and Revelations se convierte en un disco
más electrónico, con menos fuerza pero que no deja de sorprendernos.
Ahí
está este‘Starlight’, donde optan por el registro intenso tan característico de
ellos, donde el arranque épico y el piano cobran el protagonismo habitual en la
formación consiguiendo transportarnos a los mundos propios de la banda. Conjugados
con un estribillo pegadizo y un tanto facilón tenemos todos los ingredientes que
han conseguido hacer de este tema uno de los himnos de la banda y del rock
actual.
La película es: El turista (The tourist, U.S.A., 2010)
No extraña, por tanto, que el
tema acabará de protagonista en una película asaz comercial que resaltará el
brillo de las estrellas de Hollywood: Johnny Depp y Angelina Jolie. Parece
mentira que la cinta haya sido dirigida por Florian Henckel von Donnersmarck,
que firmara un debut tan rotundo como 'La
vida de los otros'. 'The Tourist'
está recorrida por la misma obsesión por los sistemas de videovigilancia y las
grietas de la identidad, pero sin ningún sentido final lo que, en ciertas
ocasiones, parece su perfecta autoparodia. Lo mejor, sin duda, el impresionante
telón de fondo de la historia, rodada íntegramente en París y Venecia. Con ese
maravilloso Puente Rialto, construido a finales del siglo XVI y el más antiguo
de la ciudad, que aparece casi como un protagonista más en “El turista”. Una
película, que a priori, posee también todos los ingredientes: intriga, peligro,
romance y un marco incomparable, Venecia. De la película no puedo decir nada
más, sin ser caustico. Lo dejo a vuestra opinión.
Pero
no puedo evitar trasladaros una reflexión tras ver las calles idílicamente despobladas
de Venecia para la película.
La capital del romanticismo, de los canales y los paseos en
góndola. Venecia, la ciudad sobre el agua, fuente de inspiración de
poetas, novelistas y directores, ya sólo cautiva a los visitantes en el cine. ¿Por
qué el turismo es el peor enemigo y la mayor amenaza de Venecia? ¿Por qué de
cerca , in situ, ya no enamora? La turistificación.
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