miércoles, 13 de abril de 2016

KILÓMETROS DE EXPERIENCIAS


Los alumnos de Religión de 1º BCHTO realizaron el Camino de Santiago los días 15 a 22 de Marzo.



A continuación ponemos el testimonio de dos experiencias: el de la propia profesora, María Luisa Quintero, y el de una de las alumnas, Irene Fernández Robledo.


"Hemos terminado un ilusionante encuentro con nuestras realidades y las realidades de otras personas que nos hemos cruzado en el Camino. Este puede ser el final de un precioso inicio de la actividad extraescolar que hemos compartido juntos: Claudia, María, Nati, Irene, Mulay, David y Luis; alumnos de 1º de bachillerato y los alumnos y profesores del instituto Grande Covián de Arganda del Rey. Hemos podido tener la experiencia de ser peregrinos y peregrinas de nuestras propias vidas buscando nuestra identidad, que nos fue descubriendo que el sentido de la felicidad está más allá de lo material, entendiendo que se puede ser feliz compartiendo aquello que tienes en el camino y con quienes te vas topando según avanzas cada etapa.

Es más feliz el que comparte generosamente lo que tiene y recibe con agradecimiento aquello que se le va dando de manera gratuita y sencilla, como fue, por ejemplo, la sonrisa de quién ni siquiera hablaba tu idioma, la mano de uno de tus compañeros de camino que te ayudaban cuando ya estabas cansado y agotado, el paso lento de quienes querían acompañarte cuando te dolían las ampollas o las rodillas, el saludo amable de quienes te ponían los sellos en la cartilla compostelana, el agradecimiento de aquellos peregrinos que venían de otros lugares con quienes compartíamos la comida, las amistades nuevas que hemos podido encontrar a lo largo del camino. En definitiva, la alegría de sabernos caminantes con la intención de realizar con fe y esperanza un camino hacia nuestro propio interior, que es desde donde brota la verdadera felicidad. 

No ha sido un camino fácil, por el contrario, el dolor de las ampollas y la lejanía de la meta al empezar a andar muchas veces se transformó en desesperanza, sin embargo el sabernos ya emprendedores de una peregrinación que tenía un punto de partida, un camino que recorrer y una meta a la que llegar nos fue devolviendo el ánimo y la esperanza, y hemos llegado a entender que “el problema es que muchas veces no sabemos ni quienes somos ni a dónde vamos”. Solo cuando nos hemos sentido peregrinos junto a otros, fuimos aprendiendo que este camino físico representaba simbólicamente la peregrinación de la vida en la que era necesario mantener los ojos abiertos, el corazón atento y la mirada tranquila, con un único objetivo CAMINAR JUNTOS HASTA ALCANZAR EL OBJETIVO".
María Luisa Quintero
Prof Religión Católica


Yo me apunte a una "excursión” de 7 días en el que iba a andar una media de 20 km por día, el primer día seguía teniendo presente la vida de la que me alejaba por un tiempo y los acontecimientos más recientes que habían sucedido en mi vida, pero a medida que pasaba el tiempo mis compañeros con los que hice el camino pasaron de ser compañeros, a formar parte de la familia del camino, a medida que pasaba el tiempo y por lo tanto empezaba a costar más se notaba que esa familia te apoyaba y te ayudaba a seguir hacia adelante, a medida que pasaba el tiempo aumentaban las ampollas y los dolores pero a su vez aumentaban los buenos momentos, las risas, la confianza, las ganas de seguir por ese camino en el que todo el mundo te ayudaba, te saludaba y te animaba , en el que te encontrabas con gente que estaba compartiendo la misma experiencia que tú, que estaba cansado como tú, pero que te ofrecía su ayuda cuando la necesitabas. El primer día que llegue me encontré con compañeros que hacían por segunda vez el camino y según decían les había cambiado de alguna manera y había sido una experiencia única e increíble, pero el primer día no entendía como andar durante siete días te podía aportar esas sensaciones, pero ahora lo entiendo, entiendo que el sentir que te apoya gente que está pasando por lo mismo te cambia.                                                                 

Pero el camino no término el día que llegamos a Santiago porque siguen quedando esos recuerdos que cuando piensas en ellos te hacen sonreír y hacen que quieras volver a vivir esa experiencia una y otra vez más.
Irene Fernández Robledo
1ºBCHTO

1 comentario :